El tubo de escape, los
acelerones, los motores revolucionados... estos son algunos de los factores que
hacen que los coches generen emisiones contaminantes para el medio ambiente.
Sin embargo, en muchas
ocasiones es inevitable usar el coche... ¿entonces? ¿no podemos hacer nada?
¡Claro que sí! En este
post te contamos algunos consejos para cambiar pequeñas manías de conducción,
que harán que tu vehículo contamine menos. Además, con estos cambios no solo ayudarás
a la madre naturaleza¿ ¡también ayudarás a tu cuenta bancaria!
¡Apunta estos trucos!
·
Apaga el motor si
estás más de dos minutos parado.
Situación habitual:
vas a recoger a alguien, y como todavía no ha llegado, le esperas con el coche
en marcha. Durante esos minutos el motor está emitiendo gases contaminantes, y
además está consumiendo combustible.
"Pero el motor consume más al arrancar que estando al ralentí...", es muy probable que hayas escuchado esta frase de algún conocido. Sin embargo, este mito es falso. Es cierto que cuando el motor esta frío si que inyecta algo más de combustible, sin embargo, está comprobado que ese gasto extra de arrancarlo se compensa con el ahorro por haberlo tenido apagado.
¿Sabías que cada conductor pasa 16 minutos al ralentí de media al día? apagar el motor supone un ahorro de entre 121 y 242 litros al año.
·
Conduce con
anticipación.
Cuando das un acelerón
para hacer un adelantamiento, o pegas un frenazo por un semáforo en rojo, no te
das cuenta del efecto que tiene esto en tu vehículo: desgaste de los elementos
del coche, más consumo de combustible, y más emisiones contaminantes. Por ello,
es importante anticiparse a las maniobras, ya que evitarás esos acelerones y
frenazos bruscos.
·
No revoluciones el
motor.
Del mismo modo que los
frenazos y acelerones afectan a tu vehículo, no utilizar las marchas adecuadas
también tiene consecuencias negativas. Es importante limitar el uso de la
primera marcha, y cambiar
progresivamente, sin revolucionar el motor. Además, moderar la velocidad
también es una gran solución, tanto por el medio ambiente como por tu seguridad.
- Utiliza
el coche cuando sea realmente necesario.
¿Alguna vez has
quedado con alguien en un sitio muy cerca de su casa, y a pesar de los 500
metros de distancia, ha ido en coche? Si conoces a esa persona, o si esa
persona eres tú, sigue este sencillo consejo: camina, toma el aire. No solo vas
a mejorar tu condición física, también vas a reducir la contaminación del aire,
y vas a gastar menos (tanto en combustible como en parking). Ahorras dinero
mientras ganas en salud.
- Comparte coche siempre que puedas.
Esta es una de las
mejores opciones para reducir la contaminación a la vez que reduces tus gastos.
Si compartes destino con algún amigo o conocido, podéis ir juntos en el mismo
coche (con las medidas de seguridad) y pagar la gasolina a medias. Otra opción
es turnarse, y que cada semana lleve uno el coche. Tu cuenta bancaria lo
agradecerá, y además ¿que mejor para empezar el día que una buena conversación?
- Revisa tu coche como un experto.
Por tu seguridad, como
por la contaminación, el estado de tu vehículo es tan importante como la forma
de conducir. Revisar el tubo de escape y el filtro de aceite, comprueba la
batería y los sistemas de encendido, mantén limpio el sistema de inyección, y
asegúrate de que los amortiguadores están en buen estado. Con todos estos
pequeños consejos, conseguirás que tu coche reduzca notablemente sus emisiones
contaminantes.
- Los neumáticos son las piernas de tu
vehículo.
Cuando notas las
piernas cansadas, todo cuesta un poco más, ¿verdad?
Del mismo modo que
este cansancio limita tu actividad diaria, unos neumáticos con baja presión
hacen también que el motor tenga que trabajar de más. Consecuencia: aumenta el
consumo, y aumentan las emisiones.
Además, cuando llevas
neumáticos en mal estado la distancia de frenado aumenta en un 40%, y aumenta
la posibilidad de tener un accidente, sobre todo si llueve o hay hielo en la
carretera.
Nuestro consejo: no
arriesgues tu seguridad. Asegúrate de que los neumáticos tienen una profundidad
de 1,6mm y de que están en buen estado.
- Utiliza el aire acondicionado cuando
sea realmente necesario.
¿Sabías que el uso del
aire acondicionado puede aumentar hasta en un 20% el consumo de combustible?
Para reducir tu consumo,
cuando circules a baja velocidad, lo adecuado sería bajar la ventanilla en vez
de encender el aire acondicionado. En cambio, si circulas a más de 50km/hora,
haz lo contrario: sube las ventanillas y enciende el climatizador, porque si no
el coche pierde aerodinamica, por no hablar del ruido del aire cuando vas
rápido.
- Cuidado con el equipaje.
Por cada kilo de peso
extra, el consumo de combustible aumenta, y con ello las emisiones. Evita
llevar más equipaje del necesario, y si no usas la baca muy a menudo, también
te recomendamos que la quites. Saca del maletero todas aquellas cosas que nunca
utilizas, y aprovechando, haz una limpieza a fondo de tu coche.